Retractémonos todos

Cubasí [640x480]

Hoy descubro en las redes sociales que algunos andan por ahí exigiendo que Víctor Mesa se retracte de haber ofendido a los estudiantes de periodismo. Víctor osó decir lo que pensaba, y criticó a la prensa, algo muy común en estos tiempos, ya que todos, hasta los que no la consumen la critican, pero a Víctor Mesa sí no se le puede permitir semejante desatino. Que se retracte públicamente piden a gritos.

Por qué no actuamos con la misma combatividad con los causantes de la desaparición del desodorante en Matanzas, no sé, pregunto yo, o por la falta de huevos en los mercados, el alto precio de la carne de cerdo, pero no, el enemigo público número uno es Víctor Mesa, el culpable de todos los males de la isla.

Al parecer moriremos de viejo esperando al Mesías, en cambio Satanás llegó sin avisar y reside en Matanzas. Y pienso en los pobres yumurinos que le vendieron el alma por un poco de alegría y entusiasmo beisbolero.

Lo que más me preocupa es que a un fotógrafo lo pueden cargar en peso literalmente al intentar tomar una foto a las fuerzas del orden, cuando actúan desordenadamente; a la población indefensa la pueden moler a palos, en cambio nadie dirá nada. Me preocupa que quienes hoy le piden cuentas a Víctor, ayer viraron la cara e hicieron silencio ante las atrocidades cometidas el domingo 30 de marzo en el Estadio Sandino.

A la verdad no tolero tanta hipocresía. ¿Por qué con la misma energía que hoy exigen la retractación de Víctor, no criticaron públicamente la agresión policial a un fotoreportero por el simple delito de intentar tomar una foto?

¿Por qué silenciaron el hecho? ¿Por qué no se debatió abiertamente sobre lo ocurrido para sacar las enseñanzas?

Estoy totalmente opuesto a que se escamotee u oculte la verdad, porque eso es desconfiar de nuestras propias capacidades y de nuestra cultura política y revolucionaria, nos quita fuerzas que resultan vitales en este constante batallar por la permanencia de nuestro proceso revolucionario.

No logro entender cómo pueden interpretar el papel del ofendido por unas simples declaraciones, cuando hicieron caso omiso ante una de las escenas más tristes que yo recuerde o haya leído.

Por suerte la verdad, indetenible como es, viaja a través de cientos de celulares, los que salieron ilesos de aquella embestida de la sin razón. Pronto inundarán los hogares cubanos y la gente demandará respuestas.

O quizás solo propicie el silencio, ese peligroso silencio que alimenta la desconfianza, el desconcierto, la apatía, como bien me dijo alguien hace unos días, ese silencio que desmoviliza, el peligro mayor que atenta contra nuestro país.

Desde hace algún tiempo vengo pensando que en tiempos de crisis o definiciones, las ambigüedades, silencios u omisiones son solo una forma más de la mentira.

Nunca olvidaré a aquellos que ante una verdad inminente, callaron o, sin ánimo alguno de hacerme la víctima, me injuriaron y para tratar de omitir un hecho lamentable me exigieron más fuentes, acusándome de poco serio por escribir sobre un acontecimiento que era de conocimiento público.

En todo caso puse de manifiesto mi olfato periodístico, porque no dudé un segundo en confirmarlo hallándome a kilómetros de distancias, para después constatar que lo sucedido aquel 30 de marzo fue mucho peor que mis sencillos, apresurados e inofensivos post, que solo buscaban denunciar y aliviar un poco el agravio de los agredidos.

En su gran mayoría personas inocentes que viajaron decenas de kilómetros para disfrutar una tarde de domingo, y se llevaron una golpiza, y aún  nadie sabe las causas que provocaron tanta brutalidad. En cambio preferimos el silencio, y yo que conversé con algunos puedo hablar de las secuelas psicológicas y la indignación que deja cualquier acto de violencia.

Por eso me indigno ante los supuestos ofendidos por las palabras de Víctor Mesa, vale, retractémonos entonces, por ser demasiado prudentes, por las hipocresías, las incongruencias, las omisiones, las medias verdades, seamos consecuentes o seguiremos en las mismas, dando bandazos para al final llegar a ningún lugar.

 

 

7 comentarios en “Retractémonos todos”

  1. tú sabes que yo también veo algo de excesivo dramatismo en esto… sencillamente yo cuando gane matanzas llevó a tres estudiantes de periodismo bastante pesados y quisquillosos y le digo que le pregunten a víctor cuánta bobería se les ocurra y ya… no sé, víctor no es el que rige el periodismo en cuba, ni su opinión al respecto es nada del otro mundo ni él es una personalidad ni ocho cuartos… hoy está ahí porque es manager del matanzas y del cuba pero en unos años ya no estará y ya… no hay que hacerle tanto caso, digo yo…

    1. Compadre a mí lo que me maravilla es la eficiencia a la hora de crear campañas contra Víctor Mesa, enseguida forman un avispero en la redes sociales, si para combatir la cizaña de Miami, y las propias deficiencias internas con esa misma pasión, ninguna mentira duraría tanto. Tal parece que algunos periodistas no tienen otra cosa que hacer que arremeter contra Víctor. Me da gracia hasta de la hipocresía de muchos, se la pasaron criticando la ausencia de ruedas de prensa, y en la primera ocasión arremeten contra el manager. Algunos colegas, amigos en lo personal míos, critican mi actitud en este post, según dicen mezclo las cosas, como si ambas no guardaran relación: el sentimiento antivíctor mesa y la pelota. Tanto aspaviento por unas declaraciones que estoy cansado de oírlas, a cualquier lugar que llego escucho las críticas a la prensa, pero lo hizo Víctor Mesa y a empalarlo. Y yo sigo diciendo lo mismo, por qué tanta alharaca por simples palabras, y no arremetemos de verdad contra los tantos problemas que nos agobian,

      1. pienso lo mismo que tú pero yo lo veo diferente en un simple detalle… mi filosofía personal es que tengo en cuenta las opiniones de personas que valen, que tiene mente, que aportan… cuando ese me critica, lo tengo en cuenta… pero cuando un mediocre que nada sabe del tema opina -tal es el caso- ni caso se le hace… víctor mesa pasará… matanzas y su pelota se queda, dalo por seguro… tu tierra fue tierra de grandes peloteros, hay muchos ahí que saben dirigir y que saben más que víctor mesa de beisbol y sobre todo de dirección… por eso digo: él pasará porque todos los managers pasan…

        y yo no creo que estés ligando una cosa que no tiene que ver con otra, fuiste muy claro… en villa clara hubo lamentables sucesos -no sé si recibiste mi email porque lo mandé y no supe más, tengo problemas con él- en un juego de la final, suceso donde un periodista fue agraviado por las fuerzas del orden mientras hacía su trabajo… hubo pronunciamientos hacia la upec relativos al caso?… se puede argumentar desconocimiento del hecho, pero eso en lugar de ser un atenuante, es un agravante…

        un abrazo, mi hermano… lástima que demoremos en volver a conversar personalmente…

  2. No se si estás al tanto del debate q se reflejó sobre la situación incómoda q sufrio el fotorreportero matancero en el muro de FB del Círculo de Fotorreporteros, si has leido el comentario publicado en el blog elojoqueteve, ni lo dicho por Díaz Canel al respecto cuando en el despacho con la presidencia de la UPEC se le abordó el tema, el cual está publicado en fotoperiodista. El primero q debe dar su propio testimonio es el fotorreportero aludido y no debatir sobre versiones.

    1. Juvenal, acabo de leer el post publicado en su blog El ojo que te ve, el pasado 7 de abril, comparto con usted la opinión de que el silencio es la peor opinión. Siendo así, al aparecer yo saldría ileso de esta, porque no hice silencio. Reconozco que no estaba al tanto del debate en su blog, por otra parte siempre mantuve la confianza que desde las altas esferas del gobierno se manejaría con bastante transparencia, lástima que sobre estos sucesos aún descanse un velo de misterio y silencio. Usted se hizo eco del asunto el 7 de abril, lo que pone de manifiesto, desde mi humilde opinión, su valentía, sentido del compañerismo, yo que le conocía por su obra y prestigio como artista del lente, desde este instante le admiraré más.
      Sobre Pacheco, comparto su decisión de no dar entrevistas, él no niega los hechos, -cómo hacerlo si ya navegan en celulares y memorias- pero él siempre transcendió por su quehacer artístico, comprendo que no quiera hacerlo por la pésima actuación de otros, quizás hasta tema convertirse en rehén de la cizaña o la desinformación, no sé, es a nosotros a quienes nos corresponde evitar que sucesos así de repitan. Pacheco nunca estuvo solo Juvenal, aunque en un principio solo percibí silencio, decenas de matanceros que se encontraban en El Sandino se indignaron por el trato desmesurado que sufrió el fotógrafo matancero, y creo que para un profesional de la prensa no hay premio mayor que el reconocimiento y apoyo de su gente. Si después viene acompañada de la mirada sensata de un profesional como usted, el sinsabor por lo sufrido se va aplacando, nunca se olvida pero se aplaca. Ahora solo nos queda conocer las verdaderas causas de tal desatino, qué sucedió, y las medidas que se aplicarán

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